La Fundación Trobada ha recibido ayuda de la Obra Social La Caixa para la actual situación del Albergue de Manacor. La situación actual, provocada por Covid-19, ha generado nuevas necesidades en el servicio del albergue para personas sin techo. Y, por tanto, el servicio ha tenido que adaptarse, lo que ha provocado cambios muy significativos en varios niveles.

Para mejorar la situación de hacinamiento y, a la vez, de convivencia, se ha habilitado un nuevo espacio, aspecto que ha provocado la duplicación de esfuerzos (materiales, personales y económicos). La apertura de este nuevo espacio no sólo tiene el objetivo de respetar el protocolo sanitario y mejorar la convivencia, sino que se piensa que, con ello, se cuida la dignidad de las personas sin techo. Esto ha supuesto un cambio en la entidad a nivel general y, como puede ser evidente, el campo económico se ha visto afectado.

Como entidad, nos encontramos ante la necesidad de ofrecer acogida a personas en ricos y / o exclusión social. Las necesidades específicas sobre las que se pretende actuar son:

Disponer de medicación de uso diario por los usuarios confinados sin ningún ingreso económico.

Disponer de material farmacéutico, como termómetro y mascarillas, para dar respuesta al protocolo de actuación del centro ante esta situación.

Disponer de material farmacéutico para que las dos viviendas puedan seguir las rutinas de control. Disponer de material higiénico y desinfectante suficiente para dar respuesta al uso elevado para mantener los centros a un nivel óptimo de desinfección durante la pandemia.

La Obra Social La Caixa ha colaborado y ha dado una mano a las entidades sociales con menos recursos ofreciendo una subvención para poder hacer frente a esta situación y, así, poder continuar con el servicio sin que se vea perjudicada la calidad de éste. La Fundación Trobada del Grupo García Prohems se ha podido beneficiar a través de la presentación del proyecto «Dignidad Solidaria» con el objetivo de cubrir las necesidades actuales.

Nos gustaría agradecer y reconocer su ayuda, su compromiso social y la gran solidaridad con las personas que se encuentran en riesgo o exclusión social, las cuales suelen ser invisibles para la sociedad. En un momento así, recibir acompañamiento y ayuda hace que nuestra labor continúe su camino: dignificar las personas sin techo.