El Govern inicia este lunes la excavación para localizar una posible fosa en el collado de Artà Así lo han comunicado este sábado el secretario autonómico Jesús Jurado y el alcalde de Artà, Manolo Galán, en un encuentro con familiares. Los técnicos de ATICS intervendrán en diferentes lugares en busca de tres posibles víctimas, según indican los testimonios orales recogidos por los investigadores.

El equipo de arqueólogos de ATICS empezará este lunes, 28 de septiembre, las tareas de excavación en la finca de Salma, en el collado de Artà, donde los testimonios orales indican que podrían haber sido abandonadas tres víctimas de la represión franquista, asesinadas en 1936, en una de las curvas de la antigua carretera. La intervención se alargará hasta el 2 de octubre.

La actuación se iniciará después de los trabajos previos que ha llevado a cabo la brigada municipal del Ayuntamiento de Artà, consistentes en tareas de desbrozo y preparación del terreno. Los técnicos de ATICS excavarán, inicialmente, una cavidad donde se sospecha que podría haber los restos de Bartomeu Ginard Genovard, víctima asesinada el 10 de septiembre de 1936. La intervención también se extenderá alrededor de este lugar para estudiar los hornos de cal y la posible localización de restos otras dos víctimas, que habrían podido quedar dispersas por la zona debido a los movimientos de tierras.

Así lo han explicado el secretario autonómico de Memoria Democrática y Buen Gobierno, Jesús Jurado, y el alcalde de Artà, Manolo Galán, a los familiares de Bartomeu Ginard en una reunión en la que han participado también Maite Blázquez, miembro portavoz de la Comisión Técnica de Desaparecidos y Fosas de las Islas Baleares, los investigadores Jaume Morey y Jaume Alzina, así como los responsables de ATICS, Cesc Busquets y Jordi Ramos.

«El segundo Plan de Fosas avanza», ha explicado el secretario autonómico de Memoria Democrática y Buen Gobierno, Jesús Jurado. «Y lo hacemos con toda la prudencia del mundo. Las fuentes orales que han recogido los investigadores a lo largo de los años son muy valiosas y por eso estamos hoy en Artà. Mientras haya la posibilidad de devolver los restos de estas víctimas a sus familias, como Govern tenemos la obligación de actuar. Las familias hace demasiados años que esperan una respuesta, tanto aquí como en Sencelles, Son Coletes, Bunyola, Ses Figueretes…, y en todas las fosas donde todavía tenemos pendiente actuar; pero nuestro compromiso con la memoria democrática es firme».

«Nos encontramos ante una ocasión histórica para que una familia de Artà pueda cerrar una herida que ha estado abierta demasiado tiempo», ha añadido el alcalde de Artà, Manolo Galán. «Gracias a las investigaciones desinteresadas de dos artanenses, Jaume Morey y Jaume Encina, a los testimonios orales que pudieron recoger y, por otro lado, a la voluntad política de este Govern, será posible saldar esta deuda con nuestro pasado. Se trata de una actuación muy emotiva y nos enorgullece poder vivir este momento».

La fosa del collado de Artà. La posible fosa del collado de Artà se encuentra dentro de los terrenos de finca de Salma, de titularidad privada, dentro del término municipal de Artà. Corresponde a una cavidad situada en uno de los lados de la bajada del collado en dirección de Artà a Sant Llorenç, justo en la divisoria entre los dos municipios.

La fosa de Salma fue referenciada por el investigador Jaume Morey en 2011 en el documento Les fosses de la repressió a Mallorca, gracias a informaciones orales que hablan de la presencia de restos humanos a pie de carretera, un lugar que ha sufrido importantes modificaciones a raíz de las diferentes reformas y ampliaciones de la carretera Ma-15.

Uno de los testimonios es el de Bernat Sureda Llull, que explica a su yerno Antoni Esteva cómo unos familiares suyos «hacían leña para hacer carbón en el collado de Artà en la parte derecha de la cuesta, dentro de S’Auma Nou [...] En aquel lugar, no muy lejos de la carretera, era donde se podían ver algunos de los muertos que parecía que estaban medio enterrados y de cualquier manera. Mi suegro dice que a algunos se les veían todavía los zapatos y que nadie osaba dar parte.

Quienes lo sabían callaban e iban muy alerta a hacer comentarios». Otro testigo, Bartomeu Riera Llinàs, añadirá que «bajando del collado, cerca de una arroyada, en una especie de teja... yo diría que hace como una teja... había tres bultos, y uno mostraba una pierna, hasta la rodilla, con un zapato rojo... Me recuerdo bien; y bien... La veía a menudo, porque no la taparon nunca». Riera también se refiere a «un horno de cal, bajando a la izquierda, donde ahora hay un almendral joven, había uno, un horno de cal... y decían que habían echado a un hombre [...]. Los muchachos de entonces éramos bobalicones... pero lo oí decir, sí... que habían echado a un hombre, no sé si vivo o muerto...».

Los dos testigos coinciden en señalar la presencia de los restos de tres personas muertas, no identificadas, y mal enterradas cerca del punto alto del collado de Artà, en la actual Ma-15. En este punto alto, que es de paso obligado, está documentada la presencia de un lugar de guardia y control a cargo de un pelotón de fascistas de Artà.

La incógnita de Bartomeu Ginard. A estas investigaciones se suman las del historiador Jaume Alzina que, en un informe de 2018, establece la posibilidad que un individuo asesinado durante la represión franquista de 1936 esté en una cavidad del collado de Artà. Una estructura cuadrangular irregular, en cuyo interior una roca de grandes dimensiones impide ver la base. Alzina establece la posibilidad que la persona que hay dentro de la cavidad sea Bartomeu Ginard Genovard, nacido en Artà el 11 de mayo de 1914 y asesinado el 10 de septiembre de 1936.

Socialista, posiblemente formaba parte del grupo de izquierdistas que la noche del 25 al 26 de julio hicieron caso del aviso que les hizo llegar el alcalde de Felanitx, Rafel Oliver. Les advirtió que el día 26 por la mañana serían detenidos. En la fuga colectiva hacia las montañas de Es Verger y Albarca se habría hecho daño en un pie y su hermano lo habría recogido y devuelto al domicilio familiar. Según la causa judicial 458/36, Bartomeu Ginard habría sido enterrado en Manacor, pero la familia no da crédito a la certificación médica existente, mientras que otras informacions aseguran que lo mataron en el collado de Artà.

A estos testimonios se suman las palabras de Joan de sa Fontpella, que recoge el investigador Rafel Perelló Bosch en su libro Els rojos ja són aquí!: «Sabes dónde mataron a muchos? Dentro de un horno de cal que yo sé dónde está. Encima del collado de Artà. Aquí mataron a muchos, los echaban dentro de este horno de cal».

Propuesta de intervención. El proyecto de intervención propuesto por ATICS para el collado de Artà (Salma), y aprobado por la Comisión Técnica de Desaparecidos y Fosas de las Islas Baleares, propone llevar a cabo una serie de actuaciones para corroborar las informaciones recogidas por los investigadores. En primer lugar, se actuará en una cavidad que podría estar relacionada con la actividad de fabricación de cal o la extracción de gravas. Se vaciará el interior para corroborar la posibilidad de la existencia de restos humanos.

En segundo lugar, se efectuará una amplia prospección del collado de Artà, tanto para poder estudiar la posibilidad de la existencia de hornos de cal en todo el terreno, como para valorar si es posible que hayan quedado dispersos por la zona diferentes restos humanos debido a los movimientos de tierras producidos durante los trabajos de ampliación de la carretera Ma-15. Se investigará arqueológicamente esta área para estudiar las cavidades, hornos y estructuras que hayan podido ser reutilizados para albergar individuos de la represión franquista de 1936.